martes, 1 de junio de 2010

"Por un mundo unido sin Violencia escolar"


No es lo mismo cuando los alumnos son más pequeños, de Educación Primaria, por ejemplo, con los que no se deben justificar los problemas de acoso diciendo que "esas peleas siempre las ha habido" o "ya se sabe que los niños son muy crueles", lo que por desgracia muchas veces es verdad.


Casi todo el mundo está de acuerdo en que la raíz y la solución del problema de la violencia escolar están en la familia. Maltratador en potencia es aquel al que en casa se le han dado todos los caprichos, no se le ha negado nada. Tengo yo un amigo vasco, padre de dos hijos anchos y fuertes, que me decía: sólo les pego a los hijos cuando me mienten o faltan el respeto a su madre. Si un hijo no ha sido corregido severamente cuando le ha faltado el respeto a su madre, ¿cómo nos extrañamos cuando no obedece a su profesor o abusa de sus compañeros?
Es verdad que el mejor ambiente para educar es el cariño, pero el cariño debe ir unido a la exigencia, que a veces reclama unas penas o un castigo por no haber cumplido lo que se le había dicho; todo ello viene bien que vaya acompañado de un razonamiento breve y claro que le dé explicación de por qué nos obliga a actuar así y qué es lo que se espera de él. El maltratado, como es la parte que sufre, parece que no tiene culpa de nada; pero también debe ser educado, no vaya a ser que su actitud orgullosa de "sabelotodo", o su desprecio, por considerarse distinto o superior, sea la causa que provoca el rechazo en los demás.

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